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lunes, 8 de junio de 2009

Mi nuevo hijo

Ha nacido mi hijo, le he llamado indiferencia, de cariño le he puesto olvido. Fue concebido una noche de otoño por un accidente entre el azar, mi vientre y el destino. Pero ellos, malos padres, lo han dejado a mi cuidado. Me encargaron alimentarlo, cuidarlo, verlo crecer, y yo aunque lo desprecié al principio, hoy lo he vuelto mi resguardo ante la felicidad y la belleza de la vida.

Cada día lo arrullo en una sabana de seda, lo alimento con gotas de veneno y caliento su cama con las brasas del infierno. Mi hijo ha nacido y puedo ver con gusto como es que crece. Beso sus mejillas cuando esta dormido, con el miedo incesante de que un día me abandone. El se irá, me lo han dicho, y ese día me envolverá una vez mas aquella cruel mentira. Pero, aunque camine, lo buscare todo el tiempo mientras escupo de vez en cuando las mentiras de tus besos.

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