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martes, 17 de febrero de 2009

La locura

"Quisiera ser golondrina,
buscar paisajes nuevos cada día,
vestir con la luz de cada atardecer,
vivir en un mundo nuevo,
así, sin temer."
Cuenta la historia que un día la golondrina se refugió en el nido de una paloma. Las aves volaron y soñaron cada noche. Sus pensamientos las llevaron hasta el fin del mundo, viajaron al pasado, vivieron el futuro y el presente nunca se sintió tan liquido como cuando estuvo en sus manos.
Un día ambas se separaron, amparándose en que el destino no aceptaría unión tan inusual. Los días volaron, los años corrieron. Esas aves, que parecían no compartir nada, tenían en común el tesoro más preciado. La locura.La locura invadía el cuerpo de una y el alma de la otra,la locura era la causa y el anhelo diario, la locura se encontró en cada milímetro de sus alas. La locura les curaba, sin que se dieran cuenta, el alma que el mundo se encargaba de matar.
El destino, señor pretencioso y ocupado, se encontraba distraido cuando aquellas aves lo desafiaban. Cuando se dio cuenta de los vuelos de aquellas locas, les impidió casi por cualquier medio viajar ante sus ojos. Ellas, necias como eran, decidieron volar cada noche, conocer el frió del amanecer y el calor de la luna llena, se sentaban cada tarde a esperar que el sol paseara por el otro lado del mundo, y así extendían sus alas en medio del cielo.
Una noche de insomnio el destino se percató de sus aventuras, las encontró con las alas revueltas después de beber néctar de uvas. Enfurecido, lanzó un grito que hizo temblar a todos los seres del bosque, menos a las dos locas, que se encontraban enredadas en un abrazo que contenía el cariño necesario para el universo. Cuando acabó de determinar todas las vidas del mundo, el destino se dio cuenta que nunca podría controlar los vuelos de una paloma y una golondrina cuya locura desafiaba a su propia naturaleza. El señor ocupado cerro los ojos, decidió no preocuparse más de tal aberración, y así, sin querer, les otorgó el mayor de los regalos, la libertad.
Nadie sabe si esas aves volaran juntas para siempre, ellas mismas piensan que un día se podrán separar. Pero hoy, son sombras del cielo, que de repente uno confunde con una nube y a veces uno siente como una estrella.