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jueves, 23 de febrero de 2012

15 años han pasado y aun recuerdo ese cuerpo frágil que me abrazaba con un cariño jamás experimentado. Si en ese momento me hubieran contado nuestra historia, seguramente habría corrido, pero no lo hice en ese momento, ni nunca. 
Los años pasan, las sombras se transforman y tu esencia de niño, de hombre, de loco, persiste. Y aquí sigo, ya sin nada que dar y sin mucho que decir, pero aquí sigo, leal al más hermoso de los recuerdos y a las promesas que un día me llevaré a la tumba.
Aquí sigo, a tu lado, a pesar de todo, incluso de nosotros mismos, y por momentos, en algunos instantes, me doy cuenta que tú, tú también sigues a mi lado.